ANOTACIONES PARA SU ESTUDIO
Introducción
I
Hacia finales de los 80 y principios de los 90, palabras como
democracia, izquierda, partido, revolución, pueblo, etc. habían perdido su
significado más elemental. Aun más, iban desapareciendo poco a poco del vocabulario
habitual de las gentes y con esas ausencias, que no fueron sólo semánticas, la
esperanza de un cambio real se postergó en dilatados estudios, más nostálgicos
que propositivos, sobre la fallida experiencia del socialismo real y el triunfo
indiscutible de la derecha a escala planetaria. A nivel global, la
despolitización de la vida individual y colectiva constituyó un episodio importante
de la posthegemonía liberal creando referencias culturales de impacto masivo
fundamentadas no sólo en la propaganda de la ideología capitalista sino en la
negación absoluta de cualquier otro modelo político y social. Son los años del
fin de la historia, del nihilismo orgánico, de la tristeza colectiva, prósperos
años para el resurgimiento de lo que Estanislao Zuleta llama la razón cínica.
Los años 90 fueron prolijos para la restauración del
liberalismo, ahora armado de tecnología comunicacional y bélica suficiente como
para hacer realidad su utopía totalitaria: un sistema mundial viable de mercado,
que constituya un Supra-Estado capaz de sostenerse en términos de legalidad
bajo los consensos de la democracia formal. Para entonces la izquierda tradicional
no había sido capaz de responder ni política ni culturalmente al modo de vida
propagado desde la Guerra Fría, y aplicado secularmente a los mercados del
mundo: el renascente esclavista y colonial de las potencias militares y
corporativas.
El estado de bienestar para las economías fuertes del norte
significó un adormecimiento del movimiento socialista y en especial para los partidos progresistas que, lejos de
elaborar un referente crítico, se fueron acomodando a las reivindicaciones
parciales que redundaban en un sospechoso
bienestar inmediato para las clases obreras y medias. Fue Latinoamérica
la que tuvo que pagar la factura del lujo y el confort de estos modelos de
desarrollo y del adormecimiento de las otroras lumbreras del socialismo. La
ruptura, estaba ya dibujado por la historia, si se daba, vendría entonces de
este lado del mundo.
II
1989: Venezuela es el segundo país de América donde se aplica
el modelo neoliberal —nos antecedía la Chile de Pinochet— y el primero en
levantarse de modo espontáneo contra la restauración del capital.
Esto marca, ya se ha dicho de muchas maneras, el
desmoronamiento del puntofijismo, pero de ninguna manera propone el surgimiento
de una alternativa a la crisis política de la democracia representativa. Los partidos
y las fuerzas de izquierda en Venezuela, como en el resto del mundo, se
encontraban sin ideas actuales y sin el vigor necesario para encarar los nuevos
desafíos que supone una reinvención de sí mismos y de nuevos referentes
sociales y políticos. El poder insurgente, la organización, la transformación
concreta de la sociedad, si algo requería, era un acto de creación ante el
dogmatismo melancólico, el vacío ideológico y la precariedad de lo real.
En este contexto surge un movimiento y un líder cuya
singularidad impide una automática clasificación dentro de las corrientes del
pensamiento tradicional -de derechas o de izquierdas- y lo postula como una
alternativa auténticamente política. Hugo Chávez y los boinas rojas desde el
punto de vista conceptual vendrían a inaugurar un proceso dialéctico con
nuestra propia historia en la revisita al pensamiento bolivariano, y en
general, al ideario y las luchas fundacionales
del siglo XIX y XX venezolano, y en su reatroalimentación con los demás
procesos libertarios de otros pueblos, épocas y realidades. Como buen alumno y
asiduo visitante de la biblioteca del viejo José Esteban Ruiz Guevara, el
pensamiento de Hugo Rafael Chávez Frías se iba a forjar un espíritu apasionado
por el saber científico, la búsqueda de la identidad y el arte, que lo
vacunaría contra todo dogmatismo, contra todo sistema cerrado e impracticable.
Espíritu que lo ha acompañado a lo largo de esta épica fundacional contra el
nihilismo mundial y las fuerzas reactivas que reinan desde invisibles tronos. A
partir de 1999, con el primer triunfo electoral del presidente Chávez, se
inaugura, sin lugar a dudas, una nueva cultura política que ya en sus primeros
años innovaría desde el punto de vista teórico y procedimental de cara a la
reinvención de un ideario emancipador para el aquí y el ahora.
III
En este compendio de textos se propone una lectura integral
de la idea de Chávez, vale decir, una interpretación fuerte sobre los
postulados que desde el comienzo se afianzaron en nuestra historia desde una
mi-rada actual, multidialéctica y resemantizadora para encontrarse con las corrientes
críticas del pensamiento occidental: Marx, Lenin, Gramsci, la Escuela de
Frankfurt y los postmarxistas actuales Mészáros, Dusell, etc. EL propósito de
estas anotaciones es abrir la discusión sobre el Chavismo como referencia
ideológica, como teoría política en sí misma. El lector encontrará los temas
frecuentes del discurso de Chávez donde su idea se va cristalizando en
alocuciones, diálogo con las masas, entrevistas y programas televisivos o
radiales, desde el ejercicio de una oralidad reflexiva se conjuga su idea de la
historia, el poder, el hombre, la sociedad, la política, el Estado, la
identidad, la economía y, en suma, el pensa-miento revolucionario ante los
nuevos desafíos de la historia. Nosotros creemos que, del mismo modo en que Lenin
resignificó el marxismo, Hugo Chávez introdujo nuevos elementos edificadores de
una idea propia de la revolución y de la nueva sociedad que es, a fin de
cuentas, el propósito de nuestras luchas.
1 El Chavismo como parte de la doctrina
política socialista
Una primera aproximación a una definición de chavismo debe ubicarlo
con un movimiento en diversos planos: político, cívico-militar, militar-comunitarista,
popular y revolucionario, democrático y participativo.
A partir de esas dimensiones, el concepto “Chavismo” ha
crecido en los años de Revolución Bolivariana. Según el filósofo Fernando Buen Abad, tal evolución se ha dado “apurando
condiciones para convertirse en justicia social sin exclusiones (…). Se ha
convertido hoy en síntesis teórico práctica que conjuga la tesis de la lucha
social más profunda en Venezuela (…). Hoy el “Chavismo” es una interpretación
dinámica de la tesis de Bolívar, tanto como una lectura social de la doctrina
cristiana, como una lectura singular de Marx”. Además, en la maduración del
concepto de “Chavismo” predomina la noción de socialismo, que como movimiento
político está transformando radicalmente la historia de Venezuela.
La expresión del “Chavismo” la encontramos en varias
dimensiones del discurso de Hugo Chávez que nos llevan a la esencia de sus
ideas. Son las dimensiones histórica, filosófica, política, táctica y de
gobierno.
2 La dimensión
histórica
Venezuela antes de 1492 era una sociedad humana, organizada
con desarrollo de hombres y mujeres fraternos y solidarios. La llegada de los invasores
implicó la instauración del despojo, apropiación y exterminio.
Aparición de la sociedad de clases, de violencia y de
expropiación. El pueblo venezolano ve surgir la pobreza como consecuencia del
despojo y la agresión.
Se impone una clase por el sometimiento y apropiación-usurpación;
se impone por la fuerza y por el
pensamiento ideológico.
Esta visión histórico-historiográfica se empeña en la acción
y visión del individuo liberal y deja de lado la participación del colectivo.
Chávez obliga a cambiar esa visión y obliga a revisar lo actuado por el
colectivo, por el pueblo pobre.
Esta visión analiza lo que es capaz de hacer un hombre o una mujer en determinadas circunstancias en
que le toca vivir. Con Chávez la sociedad se pone en movimiento en busca de respuesta
a la crisis que la atenaza.
Dice Hugo Chávez:
Creo que la historia es producto del ser colectivo de los
pueblos. Me gusta mucho la historia como ciencia, como referencia de
lo que fue para ver lo que es y posiblemente será. Considero que los hombres podemos ubicarnos en un momento
determinado, en puestos protagónicos que aceleran, retardan, le dan un pequeño toque personal (…) pero creo que
la historia es producto del ser colectivo de los pueblos.
Creo que la historia es una ciencia con leyes, causas,
efectos y que requiere estudiarla con mucha determinación. Estamos ante el reto de escribir la otra historia. Escribir la historia actual, más allá de la
historia oficial. Creo que nuestro movimiento ha tratado de ir a las raíces, de
quitarle la telaraña y polvo a una historia que está sepultada. La historia no se divide en compartimientos, en un año se
acabó y empezó otra de nuevo. La historia es la historia de todos los días como
cuando uno nació. La matemática es filosofía; también el estudio de la
historia. Nuestra historia nos obliga. Nuestros libertadores iluminan
nuestros pasos por esos caminos de la hermandad, de la justicia y de la
libertad. Somos hijos de una historia volcánica.
Los hombres individuales muy poco podemos hacer cuando se trata de la historia. La historia es un arma para la conciencia. Soy un convencido de que en la historia están las claves del presente y las fórmulas para construir un futuro mejor. La historia se va desarrollando, dice una corriente teórica, como una sucesión de situaciones: una tras la otra. Ahora, la historia se puede y se debe planificar; lo que viene hay que planificarlo, hay que preverlo. Antes la historia no nos pertenecía, otros la tramaban y nosotros solo la padecíamos. Éramos simples peones de un macabro ajedrez dispuesto por el imperio y sus cipayos apátridas. La historia nos llama a la unión y a la lucha. Si el capitalismo se resiste, nosotros estamos obligados a dar la batalla contra él y a abrir los caminos de la salvación de la especie humana. No hay historia militar sin historia política, sin historia económica. Para entender plenamente la historia venezolana, hay que estudiar la historia petrolera venezolana y del mundo. No se puede entender la historia venezolana de los últimos cien años si no se estudia el petróleo. Estamos haciendo historia, estamos escribiendo páginas que no se borrarán más nunca de la historia venezolana, quedarán eternamente selladas en las páginas de nuestra historia. Las luchas se van agudizando, y la historia va tomando su verdadero curso.
RESUMEN DE LA DIMENSIÓN
HISTÓRICA
La historia debe ser producto del ser colectivo y no sólo de
protagonistas individuales. Debe entenderse como una sola historia, donde el
presente está vinculado al pasado, donde no hay historia por partes, sino una
sola historia. Es un flujo continuo que debe estudiarse de forma integral para
entender qué somos y qué queremos ser, para poder planificar sobre ella
3 La dimensión
filosófica
Algunas de las fuentes filosóficas de Hugo Chávez pueden
hallarse en: Cristo, el marxismo, el socialismo, el guevarismo, el leninismo, el
bolivarianismo, el neomarxismo, el cristianismo, José Martí, el comunitarismo,
Antonio Gramsci, Mao Tse-tung y Carlos Mariátegui.
Jesús Gamarra Luna, miembro de la Corriente Bolivariano Guevarista,
ha resumido en un escrito, Chavismo: nuevo sistema de pensamiento, una visión
del “Chavismo” como cuerpo de ideas. Lo que sigue son conclusiones a las que llega,
que ahí tomamos como referencia y anotamos sus conclusiones:
Ha nacido el Chavismo como hilo conductor del proceso
revolucionario bolivariano. Es un nuevo sistema de pensamiento filosófico que involucra
una concepción política, económica e ideológica que trasciende lo nacional,
regional (…). Echa raíces en las naciones excluidas, empobrecidas y
reinaugura con ímpetu el espíritu libertario y de justicia. El sistema chavista se fundamenta en la corriente
emancipadora de Bolívar. Se fundamenta también en la teoría marxista, vista desde el
pueblo cubano que hizo viva la teoría. El pensamiento latinoamericanista que alimentó la corriente
revolucionaria dentro de la FANB es libertario y no invasor.
Otras concepciones de Hugo Chávez que se suman: Ejército con sentido de Patria y Nación. Ejército como parte
del estamento popular. Asumir el neomarxismo para reivindicar la participación de
nuevos actores sociales en la lucha de clases.
La teología de la liberación.
El socialismo para el desarrollo de las raíces autónomas de
los pueblos originarios y los afrodescendientes. Las ideas del Che y de Fidel con relación a la lucha y a la
batalla de ideas. La síntesis ideológica a través del planteamiento del Árbol
de las Tres Raíces con Bolívar, Rodríguez y Zamora. Los elementos de la organización política de Maneiro y Jorge
Rodríguez.
Dice Hugo Chávez:
Las ideas circulan junto con la historia, y las exigencias de
los pueblos avanzan.
Sin ideas revolucionarias, no hay revolución.
La idea bolivariana es la ideología primigenia del nacimiento
de las repúblicas que nos precedieron.
Esa idea es acompañada, por supuesto, de
otras muchas ideas y planteamientos, pero Bolívar es el eje central de la
ideología venezolana y también de muchos pueblos latinoamericanos.
Lo importante no es un hombre, es que la idea revolucionaria
prenda en el pueblo, en los jóvenes, en los hombres, en las mujeres, en todo el
colectivo. Un hombre no es indispensable.
Esa es la ideología, el eje central, cada quien adórnela con
su estilo, cada quién póngale un matiz, pero ese es el eje central del esfuerzo
ideológico que mueve al pueblo, porque sabemos que una ideología, para que sea
política y más aun, para que sea revolucionaria, debe mover a un pueblo.
La ideología revolucionaria que impulsa esta Revolución
Bolivariana no es importada de otras latitudes, no es una ideología extraña a
nuestra propia naturaleza, no; nuestra ideología es autóctona; nuestra
ideología es criolla como la sabana; nuestra ideología es producto de nuestra
propia historia, de nuestro propio barro, de nuestras propias leyendas y de nuestros
propios sueños.
La ideología nuestra se alimenta de muchas corrientes. Una de
ellas es la corriente zamorana; la otra, la bolivariana; y la otra, la robinsoniana.
He allí las tres raíces que inspiran y que alimentan la ideología del proyecto
bolivariano de hoy.
Ideología, ideología y más ideología es la superestructura.
Una de las bases más fuertes de la superestructura, que cuesta más para ir
cambiando las costumbres, el sentido común, es la ideología en todos sus
niveles.
Recuerden que cuando hablamos de ideología bolivariana, como
ustedes saben -lo venimos pregonando desde hace años-, hablamos del árbol de
las tres raíces: la idea bolivariana, la idea robinsoniana y la idea zamorana.
EL PSUV, las milicias, la clase obrera, las juventudes bolivarianas,
la Fuerza Armada Bolivariana, la clase campesina, los frentes estudiantiles…
¡Todo debe ser fortalecido al máximo! Y la ideología patria, bolivariana,
socialista, que sea el combustible que nos encienda, el cemento que nos
cohesione, la poesía que nos enamore.
Venezuela tiene una tradición educativa anclada en el alma de
nosotros los adultos. Todos, ricos y pobres, blancos y negros, indios y zambos,
recordamos nuestros años escolares, recordamos el sabor de los recreos,
recordamos la mano firme que guiaba nuestras primeras letras, la incursión en
el mundo del conocimiento, que no es otra cosa que el descubrimiento maravilloso
de la verdad, de la confrontación de las ideas.
La estructura ideológica es la más dura, porque es cultural,
es educativa. Las estructuras políticas pueden ser cambiadas en un lapso, pero
la ideológica requiere un tiempo mayor, largo. Hay un planteamiento que pretende señalar el fin de las
ideologías, y que sería llegar a una era a la que llamaríamos tecnotrónica, robótica,
donde no hay ideas. No, eso jamás ocurrirá, siempre habrá ideas que motoricen
los movimientos, la vida y la voluntad de los pueblos. Cada día hay que estar más organizado, ideas y milicias,
ideas y partido, ideas y organización, proyectos, moral, mística revolucionaria,
pueblo y ejército, Fuerza Armada y su pueblo. Construyamos lo que haya que construir, hay que darle,
buscarle, construirle viabilidad a las ideas, a los proyectos, con objetivos,
con metas, los recursos, las estrategias.
Nuestras tareas deben ser la ideología, el debate de todos
los días, la batalla de las ideas, la artillería del pensamiento, el trabajo
voluntario, la incorporación a la praxis, a la solución de problemas, a la
atención de los más débiles, la creación de la sociedad del amor, de una nueva
espiritualidad, de una nueva base moral, ética.
RESUMEN DE LA DIMENSIÓN
FILOSÓFICA
La filosofía política tiene que estar basada en la
emancipación del hombre y la mujer, en tener al ser humano y a los pueblos como
centro. De allí el acercamiento con la Teología de la Liberación y con el
marxismo y sus intérpretes latinoamericanos y venezolanos, y el estudio
constante para dar respuesta a nuestro tiempo.
4 La dimensión política
Rechaza el sistema de dominación partidista. Fortalece la
estructura del Estado.
Lucha por alcanzar la unidad interna de todos los
venezolanos, en especial del pueblo pobre.
Desarrollo de la conciencia histórica y patria.
Mayor protagonismo y participación popular.
Desarrollo de programas para la economía.
Control del Estado sobre los recursos naturales.
Desarrollo de políticas para el rescate de la educación,
salud y seguridad social.
Protección de la comunidad indígena.
Desarrollo político sobre alimentación y soberanía
alimentaria. No a los transgénicos.
Política para eliminación de pobreza extrema.
Integración de la Fuerza Armada al proceso de transformación
social. Intensificación de las relaciones con América Latina.
Fortalecimiento de la presencia de Venezuela en la OPEP
Lanzamiento de la ALBA.
Lanzamiento de la Celac.
Una revisión histórico-política obliga a evaluar el
pensamiento de Chávez en relación con:
El movimiento político-militar. La idea Militar Nacionalista.
La idea Gran Nacionalista e Integradora. Agenda Alternativa
para Venezuela.
Asamblea Nacional Constituyente.
Movimiento Bolivariano 200, MVR el partido necesario.
Democracia protagónica y participativa.
Nuevo partido que trascienda el aparato electoral PSUV,
Congreso fundacional y extraordinario.
Unidad Nacional como un proyecto y una corriente histórica.
El proyecto del socialismo del siglo XXI.
El desarrollo del Poder Popular y el Poder Comunal. El
Socialismo Bolivariano del Siglo XXI.
El nuevo tiempo de Chávez es el tiempo socialista.
Dice Hugo Chávez:
El poder no se toma como un vaso de agua, el poder no se
improvisa de la noche a la mañana, el poder, así como las montañas, así como
los grandes bosques se va haciendo a mediano y largo plazos. Debe existir un
liderazgo colectivo.
Hay que construir un campo amplio de alianzas. Una verdadera
ecuación de poder. El modelo socialista nuestro no excluye la propiedad privada
(…) incluso quiere dignificarla. Es un sistema mixto que tiende a buscar el
equilibrio social, económico, político y, más allá, el equilibrio territorial.
El desarrollo armónico del territorio. Hay que ejercer el poder con humildad. El poder es un entramado complicado. Formo parte de una especie de contrapoder para no solo
debilitar, desmontar el poder clásico, el poder concentrado en las minorías, el
Estado burgués y luego transformar ese entramado en un poder que redistribuya
en el pueblo. Fui aprendiendo en la realidad (…) sobre todo después del
golpe de abril del año 2002, después de la arremetida imperialista con aquella salvaje
acción del sabotaje económico, terrorismo, me di cuenta que el único camino para nosotros ser libres,
para que Venezuela sea libre, independiente, el único estado en el cual el
pueblo pueda gozar del beneficio de la
igualdad y la justicia social es el
socialismo.
Hay que saber que no hay pacto posible; lo que sí hay es un
debate abierto y una batalla de ideas. El impulso de esta Revolución ya está dado. Es tiempo de avanzar y desarrollar el Poder Comunal,
construir el Estado comunal.
La idea de comuna como idea política. Dondequiera que el
Gobierno Revolucionario esté dándole vida a un proyecto nuevo de corte
socialista, ese proyecto debe incluir el impulso y la conformación de la comuna
o las comunas en su alrededor, en su cercanía, en su ámbito. La comuna debe ser el espacio sobre el cual vamos a parir el
socialismo. El socialismo, desde donde tiene que surgir es desde las bases, no
se decreta esto; hay que crearlo. Es una creación popular, de las masas, de la
nación. La comuna es el espacio donde vamos a engendrar y a parir el
socialismo desde lo pequeño… Una comuna sin fábrica, sin tierras para la
siembra, sin comercio socialista, no es comuna.
La comuna es un nuevo modelo de organización social absolutamente
democrático”. Eso tiene que ser una tarea de la comuna: la cultura.
RESUMEN DE LA DIMENSIÓN
POLÍTICA
De raíz robinsoniana, bolivariana y zamorana, el ideal
político de Chávez propugna la igualdad material y política que se alcanza por
vía de la participación popular, cívica y militar, la emancipación, el ejercicio de la soberanía
económica y el socialismo, y que tiene como eje de desarrollo social la comuna.
A la vez, es una política antiimperialista e integradora de los pueblos.
5 La dimensión táctica
Una serie de decisiones y posturas asumidas por Hugo Chávez a
lo largo de su trayectoria deben verse como movimientos tácticos tendentes a
hacer la Revolución.
El ingreso a la Academia Militar. Identificación de la nueva situación militar. Construcción de un movimiento militar nacional.
El Movimiento Militar Bolivariano MBR 200. Alzamiento militar
el 4-F, el “por ahora”. Vinculación con militares nacionalista-desarrollistas
identificados con Marcos Pérez Jiménez. Conexión con el mundo universitario civil, la agenda
alternativa para Venezuela. Conversaciones con PRV, Douglas Bravo y Alí Rodríguez Araque.
Acercamiento a movimientos de izquierda, La Caura R, Liga Socia-
lista, Bandera Roja, MAS y el PCV. Conversaciones con Luis Miquilena, Rafael Núñez Tenorio y
José Vicente Rangel. Lectura del momento electoral de 1998, el MBR da paso al MVR.
El MVR como plataforma de acumulación adicional y electoral
de fuerzas. Intentos para superar el partido maquinaria-electoral por un
partido de masas. El movimiento Constituyente. Concentración de poder y diferenciación de otros líderes, lo
que coloca a Chávez como único capaz de unir y medir.
Ruptura con el MAS, PPT y Arias Cárdenas. Movimiento a Fuerte Tiuna
en el Golpe de Estado de 2002 / depuración de la FFAA. Manejo del Gobierno y el país durante el paro petrolero.
Depuración de Pdvsa. Creación del PSUV - partido de masas.
La organización militar del partido en su accionar electoral.
Alianza con movimientos culturales y colectivos. Alianza con Comités de Tierra. Incorporación de todos al trabajo, el pueblo trabajador.
Protagonismo de la mujer en
el Gobierno, protección de la mujer por la Revolución. El cambio hacia un gobierno socialista, el socialismo del
siglo XXI. Llamado a conformarse
en un único partido de la Revolución. Negociación con PPT y PCV, los cuales
desean mantener su identidad. La reforma, una derrota. La ruptura con Podemos y Baduel. Las misiones sociales. Nuevo triunfo electoral. La Enmienda. El avance del Poder Popular. Los consejos comunales, La contraloría social. Giro de la política internacional más fuerte hacia América
Latina, La ALBA, Petrocaribe. Consolidación de Relaciones
con El Caribe, Cuba, Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay,
Nicaragua.
Relaciones estratégicas con China, Rusia, Belarús, Irán.
Retiro del embajador de EE UU. El Estado comunal, aproximación por etapas y desde distintos
espacios geográficos, a través de la construcción de comunas.
RESUMEN DE LA DIMENSIÓN TÁCTICA
En lo político la creación de un movimiento cívico-militar y
un partido de masas. En lo social, la creación de misiones, consejos comunales
y comunas. En lo internacional, la
creación de alianzas multipolares contra el imperialismo.
6 La dimensión de
gobierno
Dice Hugo Chávez:
Sobre el Estado
El Estado es el motor de la nación.
Cada hombre, cada institución, cada pequeño engranaje de la
maquinaria del Estado debe palpitar solo y únicamente en función de la justicia
para un pueblo, de la igualdad, del trabajo, de la vivienda, de la educación, de
la salud, de la libertad, de las ciencias y de las artes; para eso tiene que
ser el Estado, si no, sería mejor no tenerlo”. “He allí otro concepto
fundamental de la ideología bolivariana en contra del dogma neoliberal:
queremos y necesitamos un Estado, suficientemente fuerte, suficientemente
capaz, suficientemente moral, suficientemente virtuoso para impulsar la
república, para impulsar al pueblo y para impulsar a la nación, asegurando la
igualdad, la justicia y el desarrollo del pueblo.
El Estado tiene que estar por encima del mercado; lo político
debe ser la caballería. Lo demás viene atrás. El capitalismo invierte los términos,
debilita los estados, los subordina a la tecnocracia, etc.
Los modelos de desarrollo dependen en buena medida de la
estabilidad política de un país, de la existencia de un Estado eficaz, de un
liderazgo claro, de un rumbo bien definido.
El Estado venezolano, los poderes del Estado que se deben a
los intereses del pueblo plasmado en la Constitución, son un mandato del
pueblo. Si estamos hablando de un Estado de justicia, el Poder
Judicial sería la columna vertebral de los poderes del Estado para que sea un
Estado de justicia.
Sobre el Estado
socialista
Somos un Estado socialista y liberador de la clase obrera, de
las trabajadoras y los trabajadores. No puede haber un solo alcalde socialista, del PSUV,
gobernador o gobernadora, alcaldesa, presidente, ministro o alto funcionario, que
llegue a un cargo para fortalecer el viejo Estado, la vieja forma de hacer
política o a dejar intactas las redes a través de las cuales la burguesía desde
hace muchos años se vino asegurando la captura, la expropiación, más bien, de
la riqueza nacional para su beneficio”.
Tenemos que acrecentarnos en conciencia revolucionaria y en
ejercicio realmente socialista, si queremos que una institución como la Asamblea
cumpla, a cabalidad, con el desmontaje del viejo Estado burgués y contribuya a
abrirle las puertas al Estado socialista. Se trata de legislar respondiendo a
la praxis socialista y obedeciendo al pueblo. Quien no lo entienda, debe elegir
otro camino.
La mejor y la más radicalmente democrática de las opciones
para derrotar el burocratismo y la corrupción es la construcción de un Estado
comunal, que sea capaz de ensayar un esquema institucional alternativo en la
misma medida en que se reinventa permanentemente.
Sobre el gobierno y los
gobernantes
Yo no tengo glorias, lo que tengo son ganas de ser útil.
Los gobernantes tenemos que dar ejemplo de sacrificio, y si
al final tenemos que quedar como Bolívar, que cuando nos vayan a enterrar
tengan que buscar cuatro tablas para hacernos una caja, ¡ese debe ser el
verdadero gobernante!
Si el gobernante tiene que salir después de que termine su
período a buscar un caballo viejo por ahí, porque es lo único que consigue, un
Rocinante, y a vivir en un rancho a la orilla del Santo Domingo, ¡ese debe ser
el verdadero líder, que dio todo, sin pedir nada a cambio, por su pueblo! Ese
es el verdadero liderazgo, eso es lo que hace falta aquí; nos hace falta
verdadero liderazgo.
Gobernar no es otra cosa que tomar decisiones que afectan al
colectivo. Un gobierno democrático tiene su primer compromiso con el pueblo que
lo eligió y, en primer lugar, con los más necesitados de ese pueblo: los
pobres, los más pobres, las clases medias.
El Gobierno Bolivariano es solo uno de los cinco dedos de la
mano del Estado.
Debemos ser un gobierno real y verdaderamente obrerista, un
gobierno de los trabajadoras y trabajadores, en las palabras y en los hechos:
no pueden haber prácticas institucionales, gubernamentales, que contradigan
nuestra definición obrerista.
El Gobierno socialista tiene un carácter de clase, pero con
la salvedad de que la clase media no es enemiga de este proyecto. El enemigo
histórico de este proyecto es la burguesía.
El cumplimiento de las promesas del Gobierno es sagrado. La
dinámica institucional tiene que encarnar plenamente el cambio de espíritu que
el pueblo ha hecho suyo.
Sobre el modo de
gestión pública
(El deber ser según el Libro Rojo del PSUV)
Reflexión moral y ética que reconoce la dignidad, integridad
y libertad del otro y la otra, mediada por un enfoque comunicacional, cognitivo
y afectivo dirigido a la recomposición armoniosa de la subjetividad.
Cultura organizacional como proyecto social estratégico de
transformación institucional, orientada a expresar y contribuir a la transformación
del Estado. Promover la cohesión interna del colectivo y su unidad de
acción complementaria y solidaria como actividad consciente, cognitiva y afectiva.
Promover el debate y el contenido ético de la política como
fundamento de la innovación en la gestión pública y social.
Promoción de la formación de talento humano desde un enfoque
humanista integral a través de la formación sociopolítica-cultural,
científico-tecnológica y profesional. Construcción colectiva a través de la participación en condiciones
de igualdad. Aprendizajes colectivos a partir de la complementariedad de
saberes, experiencias, vivencias y visiones comunitarias en procesos abiertos,
no solamente al interior de la empresa, sino también entre la empresa y las
comunidades.
Eficiencia, honestidad, responsabilidad (individual y
colectiva) para la elaboración de presupuestos participativos y rendición de
cuentas como ejercicio de la controlaría social. Promover acciones a partir del reconocimiento de las
diferentes visiones, intereses y demandas particulares.
Procesos de construcción colectiva de indicadores de gestión
como juicios de valor ético a través de diversas metodologías. Construir una nueva concepción y ética del servidor social
que sustituya la concepción de funcionario público, como base de una nueva
cultura organizacional basada en el desarrollo de las potencialidades humanas
del servidor social a través del principio de solidaridad y transformación
social.
RESUMEN DE LA DIMENSIÓN
DE GOBIERNO
El Estado es grande y fuerte, socialista, con visión
humanista, solidaria, contrario al Estado liberal que deja en la inacción y en
el mercado la suerte de los ciudadanos.
A la vez promueve la participación y la construcción de comunas para
alcanzar la eficiencia en su gestión y eliminar el burocratismo y culminar la
construcción del Estado comunal.
En este compendio de textos se propone una lectura integral
de la idea de Chávez, vale decir, una interpretación fuerte sobre mantizadora
para encontrarse con las corrientes críticas del pensamiento occidental: Marx,
Lenin, Gramsci, la Escuela de Frankfurt y los postmarxistas actuales Mészáros,
Dusell, etc.
EL propósito de estas anotaciones es abrir la discusión sobre
el Chavismo como referencia ideológica, como teoría política de Chávez donde su
idea se va cristalizando en alocuciones, idea de la historia, el poder, el hombre,
la sociedad, la política, el Estado, la identidad, la economía y, en suma, el
pensamiento revolucionario ante los nuevos desafíos de la historia, de una idea
propia de la revolución y de la nueva sociedad.
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